lunes, 16 de enero de 2012

Sopas con cebollas. Bodegón. 139

Clase sexta.     
       Sopas con cebollas
                                                                 
                                                            
       Hoy comenzamos una acuarela nueva. Un bodegón sencillo. Con elementos de la cocina. Con una iluminación lateral que resalta las luces y las sombras. He puesto un paño en posición parecida al del ejercicio anterior, para no complicarlo más. El color de ese fondo se puede cambiar, pero hay  que tener en cuenta que es solamente un fondo, sin importancia. 

Sopas con cebollas. Foto: Hilario de las Moras

        A. Realizamos la composición en nuestro papel.
      
      Situamos las figuras en el centro, dejando los márgenes correspondientes. El espacio reservado arriba conviene que sea superior al que dejamos en la base. Queda mejor. Hacemos el dibujo con lápiz, pero sin insistir mucho en las líneas. Sugerimos las líneas del trapo. 

Figura 1. Hilario de las Moras.
       
       B. Damos color a la cazuela de barro

       Muchos acuarelistas en este tipo de trabajos comienzan por los objetos y más adelante tratan el fondo, insinuando los pliegues de la tela. Otros inician pintando primero el fondo. Esta vez, como hemos quedado en clase, haremos  las figuras.
       Vamos a trabajar la cacerola de barro. Elaboramos una salsa del color predominante con siena natural, siena tostada y algo de verde (o amarillo y azul ultramar). Cuando nos parezca adecuado lo aplicamos sin diferenciar la tapa del resto. Sí tendremos en cuenta que la parte izquierda es más oscura, pues la luz le viene de la derecha. Dejamos secar poco a poco. Durante este proceso añadiremos algunos mezclas del mismo caldo, pero intensificando el verde o el siena natural. También se pueden añadir trazas de alizarina.

Figura 2. Hilario de las Moras.

       Si observamos el resultado, la cazuela contrasta notablemente con el resto. Y el resto es una superficie blanca, que nos despista y nos hace creer que la cazuela está terminada. Lo que quiero decir es que es conveniente que antes de comenzar "entonemos" nuestro bodegón, o nuestra marina, o nuestro paisaje, dando una coloración suave, pero que aune los elementos que lo forman. Para éste bodegón me parece conveniente el dar una coloración caliente con trazas de rojos y amarillos. Éstos últimos más a la derecha, de donde procede la luz. He mezclado siena natural, siena tostada, amarillo cadmio y trazas de alizarina. Todo muy diluido. He reservado antes con líquido algunos reflejos blancos de las botellas.

Figura 3. Hilario de las Moras.

      C. Pintamos las botellas

          Preparamos una mezcla que nos recuerde al color del aceite. He añadido al siena natural, un poco de siena tostada y verde vejiga. Para la sombra del aceite, le he puesto además sombra tostada. Estas mezclas que yo describo no pueden tomarse al pie de la letra, pues depende de la marca de acuarela que tu utilices y de los pigmentos que la integran. Lo más eficiente es ir haciendo la mezcla y añadiendo más o menos pigmentos... y antes de pintar, hacer una prueba en un papel de acuarela que tengas a mano. Ahí verás el color que tienes y si tienes que añadir algún otro pigmento.

Figura 4. Hilario de las Moras.
       Hasta aquí, más o menos la cazuela y la botella del aceite están terminadas. Seguramente después tendremos que hacer ciertos matices. Seguimos con el vinagre. Una vez finalizada la botella, retiramos el pegamento protector de reservas, quedando los reflejos del cristal.


Figura 5. Hilario de las Moras.

       En la clase de ayer llegamos hasta este punto. Para el próximo miércoles  haremos las cebollas y terminaremos el fondo.

       Algunas conclusiones:
  • Mejor hubiera sido hacer primero el fondo. 
  • Este ejercicio parece un poco complicado para una iniciación. Si alguno lo prefiere puede dedicarse solamente a uno o dos elementos. 
  • Mi acuarela está saliendo demasiado "realista". No es una tendencia "bien vista" pues es de todos aceptado que si se trabaja mucho pierde frescura. La próxima intentaremos hacerla con menos detalle.
  
       D. Vamos a trabajar las cebollas 

       Hacemos primero una salsa con siena tostada, amarillo cadmio y algo de verde vejiga. Se puede añadir trazas de naranja. Se hacen las figuras y se matiza la zona de las sombras. Para terminar, con un pincel redondo fino, hacemos las líneas que nos dan la sensación de que tenemos delante unas cebollas.

Figura 6. Hilario de las Moras.
       Para matizar las sombras de las cebollas hemos añadido algo de alizarina con azul ultramar. Es importante al hacer las cebollas el reservar el espacio del brillo, que dan un punto de realismo a la escena.
       En este momento ya solamente nos falta el dar las sombra que arrojan los objetos y hacer el fondo, que como dije más arriba, mejor nos hubiera venido el hacerlo previamente. Veremos cómo salimos de ésta.
        Si has realizado tu trabajo siguiendo mis instrucciones te habrás dado cuenta de que no basta con saber qué colores usar, sino que es muy importante el saber la cantidad de pigmento y la de agua para la mezcla. Esos detalles solamente se aprenden con la experiencia. 
       
   E. Hacemos lo que podemos con el fondo. Y ponemos las sombras. Y Firmamos

     No hay que olvidar que debemos colocar bajo los objetos una sombra que "los aposente", que les quite esa impresión de que están volando. Para ello basta hacer una línea bajo ellos, un poco oscura. Después hacer la sobra que arrojan sobre el suelo y los objetos que les rodean. En este caso esa última ya la hemos puesto al pintar los objetos. Mejor.
       El problema del fondo, no es pequeño. Si no lo hago muy suave, me va a pedir que retoque todas las figuras, dándoles más intensidad. Por tanto tendré que insinuarlo solamente. 


Sopas con cebollas. Hilario de las Moras.
Acuarela.
27 x 37 cm.
Nº Catálogo: A-139

     He optado por no oscurecer el fondo haciendo un paño, pues corría el peligro de deteriorar las figuras. Se me ha ocurrido que poner una superficie pulimentada o acristalada me podía dar una terminación adecuada y sencilla. Cada pintor deja una huella personal en lo que pinta. No es conveniente que intentemos copiar fotográficamente el bodegón. Hay que ponerle algo nuestro, que lo diferencie de los otros. Vamos a ver cómo cada cual termina "su sopa con cebollas".
    Según se va elaborando, a veces nos damos cuenta de que algo en el dibujo falla. De eso nos percatamos cuando dejamos descansar el cuadro y lo vemos horas o días después. Es el momento de cambiar. A mí me ha pasado con el asa de la cacerola. Lo he cambiado. Ahora me gusta más.
     Pero no conviene que estemos "retocando y retocando" las obras. Una vez que la vemos aceptable es mejor darla por terminada.  Y se firma.
    Espero que os salga bien. Si deseas que publique tu obra terminada, me la puedes mandar por correo.


TRABAJOS RECIBIDOS




Acuarela de Concha del Olmo

3 comentarios:

  1. Hilario, eres el mejor en lo referente a bodegones, pero ¿que pasa con la receta de la sopa?
    Un abrazo.

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  2. Hola, Paco.
    Me alegro que te guste.
    Sobre la sopa, te diré un secreto: no hay sopa. Tu ya sabes que esto de la pintura es pura ilusión. Parece que es aceite y cebollas, pero en realidad no hay nada de nada; solamente unos pigmentos bien puestos con intención de engañar. Un saludo. Hilario.

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  3. Precioso bodegón Hilario. Los objetos se salen del papel (en este caso pantalla) dispuestos a ser cocinados. Veo muy acertado el remate del fondo. Enhorabuena.

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