miércoles, 16 de noviembre de 2011

Frasca con dos membrillos. Bodegón. 135

Clase tercera.     Un bodegón
                                                                 
                                                             

       El bodegón es uno de los temas de la pintura de siempre. Tiene gran importancia en el aprendizaje del pintor en general y del acuarelista por tanto. Nos obliga a "partir" de la realidad como la vemos. Y para el principiante tiene una cualidad importante, que no se mueve. Debemos aprender a dibujar todos los objetos que se nos presentan, paisajes naturales, objetos manufacturados, animales, personas... Es un proceso largo pero imprescindible. 
       Hoy vamos a hacer un bodegón sencillo, formado por dos botellas y dos membrillos, tras ellos colocaremos un paño. No se trata, como ya he dicho otras veces, de "reproducir fotográficamente" lo que vemos, sino de "pintar", de dar nuestra propia interpretación a la realidad que nos rodea usando en este caso la acuarela. 

Bodegón. Foto Hilario de las Moras.

       1. Dibujamos

       Hacemos el dibujo de forma que  quede en las proporciones adecuadas, dejando más margen por arriba y por la derecha.  En este caso queda más elegante y bonito. 


Figura 1. Hilario de las Moras. 
    
       2. Hacernos "reservas".

      Como hay unos reflejos muy acentuados en las botellas, vamos a "reservar" esos claro. Para ello bastaría el tener cuidado y no pasar por allí la acuarela. Pero para despreocuparnos y hacerlo más sencillo, usaremos líquido de reserva del que se vende para la acuarela. Hay muchas marcas. Con un pincel que tengamos medio estropeado y que sea redondo y fino, aplicaremos con cuidado en el lugar que deseemos reservar.
       Sobre la "reserva", algunos consejos:
  •      No hay que hacer muchas reservas con el líquido especial. Se pueden sacar los claros simplemente pasando un pincel humedecido y secando momentos antes con una trapo / papel de cocina. O con otro método más rápido, como pasar el papel / trapo directamente sobre la acuarela aún húmeda. 
  •      Para que el pincel con el que damos el enmascarador no se estropee, basta que previamente lo humedezcamos con agua jabonosa. Aplicamos sobre el papel de acuarela y seguidamente lo lavamos. 
  •      Una vez que demos el líquido hay que esperar  a que seque bien (el acuarelista debe saber esperar muchas veces) . Si no lo hacemos así, se nos puede estropear el pincel con el que intentemos seguir pintando. 
  •        Para quitar esa especie de pegamento basta con pasar el dedo por encima de ellos, como si estuviéramos borrando,  y se va desprendiendo, quedando la zona  del color del papel.  A veces hay que oscurecer algunas de estos zonas, pues el contraste puede ser excesivo.

Figura 2. Hilario de las Moras. 

       3. Trabajamos el fondo.

       Una buena forma de comenzar un bodegón  puede ser el hacer el fondo. Como es solamente eso, no debe resaltar del conjunto. En este caso voy a dar unos tonos suaves, aunque no uniformes. La tela posterior no la voy a hacer como en la foto, le daré colores más calientes. El pico superior derecha le daré un color amarillento, que hará juego con los membrillos. He aplicado siena natural con amarillo cadmio. Posteriormente le dí una pincelada con un verde oliva. Al lienzo posterior alizarina con siena tostada y unos toques con alizarina. En zonas que serán sombra le añadí unos toques con azul ultramar.


Figura 3. Hilario de las Moras. 

       Sin esperar a que seque del todo, saco algunas luces usando un pincel lavado (sin pigmento). Muy importante el tapón blanco de la botella negra a la que no apliqué enmascarador. 
         Para hacer el lienzo no he tenido cuidado al "pisar" las botellas. La frasca necesita que el fondo se vea a su través,  y la negra se cubrirá con acuarela. Los membrillos los he reservado para que el color, cuando los haga, sea más limpio.  


Figura 4. Hilario de las Moras. 

       4. Pintamos las botellas.

       Ahora nos toca hacer las figuras. Comenzaremos por las más alejadas que son las botellas. Es mejor ir de arriba hacia abajo, y de atrás hacia adelante.  Primero haré la botella oscura. Con azul ultrama y alizarina hago un moradito  y se lo doy a toda ella. Después, añadiendo sepia a la mezcla consigo un color aún más oscuro. El tapón lo limpio para dejarlo casi blanco y a la goma le doy rojo de cádmio. 
        Para la frasca tras hacer un dibujo a pincel para ver las formas, le añado coloraciones  a forma de nubes, para conseguir algo parecido al cristal. A veces uso el verde, otras el azul, granate... Otras veces lo que hago es dar los mismos tonos del fondo, pero con más pigmento. 


Figura 5. Hilario de las Moras. 

      5. Comenzamos con los membrillos

      Dejamos sin terminar las botellas, para dedicarnos a los membrillos. En este caso partiremos de los colores más oscuros para llegar a los más claros simplemente añadiendo algo más de agua. En la figura 6 ya he terminado casi el primer membrillo y el segundo lo he comenzado para que se vea el proceso. Para los membrillos he utilizado verde hooker y siena tostada, para las zonas más oscuras; amarillo cadmio y amarillo winsor para las zonas más claras.
       He retirado la goma de "reserva" con el dedo, para que su color azul no me despiste. Además, ya no es necesaria. Ahora deja ver los brillos de las botellas. Seguramente algunos de esos brillos habrá que matizarlos.


Figura 6. Hilario de las Moras. 

     Ahora termino el segundo membrillo. 



Figura 7. Hilario de las Moras. 

       6. Ponemos las sombras.

       Al segundo membrillo le tengo que sacar algunos claros, pues ha quedado demasiado coloreado.         En este momento que los objetos están casi terminados, nos demos cuenta de que parece que flotan en el espacio. Claro, les falta las sombras. Hay una sombra que aposenta los objetos, es la que se hace justamente en el lugar en donde reposan. Y ésta  se complementa con la que ellos arrojan. a
Ambas son las sombras arrojadas. Además, unos objetos se reflejan en los otros, por ello, en los cristales (botellas) vamos a darles unos toques. Esta interrelación es lo que crea un ambiente entre los objetos que forman un bodegón.


Figura 8. Hilario de las Moras. 

         7. Terminamos la acuarela

         Tenemos que terminar las botellas. A la negra le falta de mecanismo de apertura.


Figura 9. Hilario de las Moras. 

       Por último,  aprovechamos para completar los pliegues del lienzo. Damos unos retoques finales y firmamos.


Frasca con dos membrillos.135.  Hilario de las Moras. Acuarela. 27 x 37
       

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