domingo, 15 de abril de 2012

Atardecer en el río. Ocaso en el río. 149. 150


Duodécima clase.      Últimas luces.
                                   
         Partimos hoy de una acuarela que realicé en la clase de Charo Badenes. Se trata de unos árboles que se reflejan en unas aguas tranquilas. Como este ejercicio es muy fácil, dedicaremos solamente una clase.
       

Atardecer en el río. 149. Hilario de las Moras. Acuarela. 18 x 37 

           1. Manchamos el papel con una aguada amarilla.

         Dibujamos una línea de horizonte, en este caso, dejando dos terceras partes para el cielo. A partir de esa línea hacemos una aguada hacia la parte superior degradando el color según nos acercamos al borde. Igualmente lo haremos desde el horizonte hacia abajo, cada vez más ténue. Podemos añadir al amarillo, un poco de naranja, en la parte central. Lo dejamos secar de forma natural para que el papel absorba la acuarela y la fije. 

Imagen 1. Hilario de las Moras.

             2Añadimos los azules del cielo.

          Seca ya la primera capa, mojamos toda la superficie con agua limpia. Anteriormente hemos preparado una abundante salsa de azul ultramar. Damos unos toques en el cielo, simulando como creamos conveniente unas zonas azules. Conviene que lo más intenso esté en la parte superior. 
                                     

Imagen 2. Hilario de las Moras. 

             3. Nos dedicamos a los árboles.

         Como seguramente se nos ha secado mientras retocábamos arriba y abajo, no tenemos más remedio que, con cuidado, sin arrastrar pìntura, mojamos la zona intermedia en donde estarán los árboles.
          En los efectos del cielo lo único que he hecho es pasar un papel de cocina secando algo las zonas centrales sobre los árboles.

       En este punto, hay que hacer una observación. No existe momento exacto para que impregnemos el color sobre una superficie húmeda. Solamente la experiencia nos ayudará a encontrar el momento oportuno. Si lo hacemos antes, la mancha de color se extenderá demasiado y muy posiblemente nos arruinará el trabajo. Si lo hcemos muy tarde, quedará una mancha recortada. De cualquier forma siempre se puede arreglar un poco los entuertos.
           Para la mancha de los árboles y su reflejo en las aguas he utilizado siena tostada, y en las zonas más oscuras, he añadido a la mezcla una pizca de azul ultramar y carmín de alizarina. 
                 

Imagen 3. Hilario de las Moras. 

              4Retocamos cielos, aguas y árboles, si es necesario.

            Ahora nos detenemos arreglando algunos detalle. Sacamos unas luces que simulen una zona de reflejos bajos los árboles, allí donde comienza el agua. Lo podemos hacer con un pincel, sacando color. Incluso, antes de comenzar a pintar podríamos haber "reservado" esa línea. Otra forma es pasar un borde de plastico sobre la zona, cuando esté casi seca.
              Damos unos toque con el azul ultramar en la zona del agua...
             Si os habéis dado cuenta nos ha salido muy distinto al que pusimos de muestra. No se trataba de repetir lo mismo. 
              Y si nos agrada el resultado, lo firmamos.
             

Ocaso en el río. 150. Hilario de las Moras Ruiz
Acuarela. 18 x 37

  TRABAJO RECIBIDO

Acuarela de José Luis



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