Primera clase. Cuarto curso
Abedules en Avilés
Nivel Iniciación
Inauguramos nuestro curso "on line" para iniciarnos en la acuarela.
He escogido un tema relativamente sencillo. Pintar unos árboles de un parque. De este entorno ya hemos pintado hace no mucho otra acuarela. Se trata del parque Ferreras de Avilés.
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| Abedules. Foto: Hilario de las Moras. |
1. Para los que inician hoy su itinerario.
Bienvenidos a este maravilloso mundo de la creación. Luz, línea y color se entremezclan para conseguir efectos nuevos, sugerentes. Si a ello añadimos el agua, podríamos estar pintando a la acuarela.
La tarea es bonita, pero el camino es arduo.
No intentamos "reproducir fotos", sino crear ambientes. Con ésto quiero decir que no vamos a aprender a "copiar" lo que vemos en una diapositiva, ni en la misma realidad que nos rodea, sino a crear "obras bonitas" a partir de lo que se nos ofrece.
Os deseo un feliz recorrido. Lo importante es disfrutar del camino, no de llegar a "ser pintor importante", que posiblemente no lo seremos. Si para ello en esos primeros pasos y o os sirvo de iniciador, me doy por contento.
Comenzamos.
2. Dibujamos el árbol.
Aunque en la foto los troncos de esos abedules están en el centro, nosotros lo retiraremos a uno de los laterales, queda mejor.
El dibujo se reduce simplemente a unas líneas por donde irán los troncos, y la línea del horizonte. Algo así.
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| Imagen 2. Hilario de las Moras |
Ya sé que es una tontería hacer un dibujo así, pero lo que quiero decir es que no hace falta "dibujar un árbol" como lo haríamos en un dibujo a lápiz. No vamos a "dibujar con pinceles", vamos a hacer manchas con acuarela.
Como no quiero usar líquido enmascarador (ya lo utilizaremos en alguna otra ocasión para ver cómo se usa), voy a "tapar" la zona de los troncos que deseo que queden más o menos blanca, con una cinta de carrocero, como las que usan los pintores de paredes para preservar los marcos de las puertas. Esta cinta se puede usar siempre que el papel de acuarela sea de buena calidad, pues de no ser así, se podría levantar las fibras del mismo al retirarse y estropearnos la acuarela.
3. Pintamos el cielo y los árboles lejanos.
En los paisajes a la acuarela se suele pintar primero lo más lejano. En este caso el cielo. Y después los distintos planos hasta acercarnos al primer término. Por tanto, después del cielo pintamos los árboles del bosquecillo tras los troncos.
Iniciamos mojando con agua limpia toda la zona superior, al menos hasta la línea del horizonte. Después, con un azul damos unos toques a la zona que será cielo. Yo he usado azul cerúleo... podría ser cualquier otro azul. para ello podemos usar la paletina, o pincel plano
Estando aún húmeda la zona de los árboles, con un pincel redondo hacemos una mancha con amarillo (que con el azul del cielo nos dará un verde), o con algún verde no muy intenso. He puesto verde vejiga con algo de amarillo para la primera mancha. Sobre ésta aún húmeda he añadido otras manchas con distintos verdes para simular otros árboles. Conviene no repetirnos con el mismo color. Para una más cálida he añadido al verde vejiga con siena tostado... verde vejiga con algo de verde hooker y azul ultramar...
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Imagen 3. Hilario de las Moras.
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4. Manchamos el primer plano.
manteniendo aún las cintas de papel manchamos la parte más cercana con agua limpia. Daremos unas pasadas con siena natural en toda la zona o simplemente en lo que será el camino (en la foto se trata de un camino asfaltado). Según va secando añadimos algunas líneas con siena tostada también en el sendero. Con pincel grueso redondo o con paletina.
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Imagen 4. Hilario de las Moras
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Cuando ya está casi seco, habiendo preparado algunos tonos verdosos, los aplicaremos. No ha de ser de forma regular ni uniforme. Es el momento de recordar que nunca usaremos los verdes según nos vienen en el bote o en la pastilla, pues son poco "naturales". He mezclado el verde vejiga con siena natural unas veces y tostada en otras. Para la zona bajo los árboles verde hooker, azul ultramar y siena tostada.
5. Retiramos la "cinta de carrocero" como aquí la llamamos.
Como no tenemos intención de tocar ya el fondo tras los tres árboles, retiramos la cinta que nos ha servido para preservar el blanco del papel. Así nos quedararía. Ahora trabajaremos los troncos.
Es verdad que en la foto se ven árboles intermedios. No los voy a pintar. Cuando hacemos una acuarela, solemos simplificar los elementos que componen el paisaje. No estamos haciendo una foto del paisaje que miramos. Además, tratándose del primer trabajo en acuarela hemos de facilitar la tarea.
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| Imagen 5. Hilario de las Moras. |
6. Pintamos los troncos.
Si contemplamos la acuarela nos daremos cuenta de que el fondo parece que se nos ha alejado. Es normal.
En el tronco intentamos reproducir esas grietas características de este tipo de árbol. He utilizado el verde vejiga con siena tostado en algunos lugares, en otros, gris (azul ultramar y siena tostado). También queda muy bien el tono violeta (azul ultramar y carmín de alizarina).
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Imagen 6. Hilario de las Moras
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7. Vamos a pintar las hojas.
Aunque simplemente así quedaría bien la acuarela, sin más toques, intentaremos pintarle unas hojas ya que la estación que se observa en los árboles de atrás así lo aconsejan.
Con verde vejiga y amarillo, para las zonas más luminosas; y verde vejiga con siena tostada y algo de azul ultramar para las de sombra.
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| Imagen 7. Hilario de las Moras |
Lo dejé secar y en sitio visible para darme ocasión de verlo y criticarlo. He intentado arreglar algo y darle unos últimos toques.
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| Abedules en Avilés. 305. Hilario de las Moras. Acuarela. 27 x 37 |
De las últimas cosas que hacemos son las sombras. En este caso con algo de verde vejiga, azul ultramar y algo de carmín de alizarina, naturalmente estando la zona totalmente seca. Y lo firmé. Espero que no os resulte difícil.
TRABAJOS RECIBIDOS
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| Abedules. Ángela 2015. |
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