Paisajes Urbanos. My Urban Landscapes.


Estación de Majadahonda. 264 

          Salimos a pintar a la estación. La verdad es que no es la mismo pintar una locomotora actual que pintar una de aquellas míticas de carbón, con el vapor saliendo y envolviendo a los pasajeros del andén. Todavía podemos ver algunas funcionando en Madrid, pero son excepción. Me estoy acordando del trayecto del tren de la fresa, que nos lleva a Aranjuez. 


Estación de Majadahonda. 264. Hilario de las Moras.
 Acuarela. 37 x 27. 


          Cuando pintas algo que está en movimiento tiene su encanto y su dificultad. Si es un movimiento semejante al pendular en donde la secuencia se repite con cierta periodicidad es más fácil. Las olas que llegan a la orilla de la playa, o la del tren que sobre sus raíles para casi siempre en el mismo sitio durante unos minutos... la imagen aparece y desaparece y es muy parecida.

          Así la locomotora que pintas tiene un poco de todas, es a la vez impersonal y con los atributos de todas las que han pasado durante tu sesión. Algo así como las palabras que tienen un contenido y que podemos aplicar a infinidad de situaciones y, si es un sustantivo, a infinidad de cosas-individuos.

          El tren, volviendo al tema del principio, mantiene en muchas personas mayores un gran poder de atracción, se une el sentimiento de las despedidas vividas con el ambiente acogedor y cerrado de sus recintos y el calor que nos acariciaba incluso en los crudos inviernos. El vapor de sus máquinas, el ruido o incluso las llamadas de atención por altavoces misteriosos... Un mundo cerrado en sí mismo y en continuo movimiento... Todo eso está cambiando. la imagen nos refleja un ambiente más aséptico, más frío, menos personal.
          

Ribera del Manzanares. 248

          El llamado "Puente de la Reina" referido a Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII. Construido junto a la ermita de San Antonio de La Florida, en donde se encuentran las pinturas al fresco de Francisco de Goya (1768). 
          Se trata de una edificación con ciertos toques modernistas, por los arquitectos José Eugenio Ribera Dutaste y Julio Martínez-Zapata. Concluido en 1909.


Ribera del Manzanares. 248. Hilario de las Moras. Acuarela. 52 x 37

Los cipreses de la iglesia. 284

          La iglesia de Santa Catalina de Majadahonda se encuentra al borde de una explanada, por la parte derecha de su entrada principal, que no es la más utilizada, bordea un desnivel. En la trasera, que corresponde con el ábside, se encuentran estos cipreses.


Los cipreses de la iglesia. 284.
Hilario de las Moras. Acuarela. 37 x 18

          Mi intención era tomar unos apuntes de este encuadre, que resultará desconocido a muchos de los usuarios del lugar. 
          Actualmente forma parte del jardín que rodea la parroquia. 
          La imagen nos recuerda más una ermita andaluza, por su color e iluminación. 


San Pelayo en el Retiro. 244 
          
          En pleno Retiro madrileño encontramos esta pequeña iglesia traída desde las cercanías de Ávila. Una historia que extraña a los que se acercan a sus ruinas en el Centro de Madrid. 
          Se trata de las ruinas de la Iglesia románica de San Pelayo que fueron compradas por Emiliano Rotondo Nicolau, ingeniero y empresario madrileño. Tras varios intentos de venta se los compró la Real Academia de la Historia en 1893. 
          Finalmente fueron colocadas en su actual ubicación dentro del recinto del Retiro. 

San Pelayo en el retiro. 244. Hilario de las Moras. Acuarela. 27 x 37

Campanario de La Alberca. 218


Campanario de La Alberca. 218. Hilario de las Moras. Acuarela. 52 x 38.

         Si visitamos Salamanca, tras recorrer sus calles y sus plazas, admirar su arquitectura con su típico color siena tirando a tostado, propio de su piedra cargada de años y de cultura… en un receso, podemos acercarnos al Valle de las Batuecas. Allí encontraremos un pueblo tranquilo, con sus calles empinadas y sus casas mitad de piedra  mitad de vieja madera. Son casas de las gentes del pueblo, viejas, cargadas ya de algunos siglos. Dicen que son del XVII y XVIII. Pueblo de pintores y curiosos. Con su cerdo libre molestando a los incautos.
          En medio, cerca de su plaza, está la iglesia, parroquia de la Asunción. No ya de madera sino de piedra, sólida. En su interior una joya, el Cristo del Sudor de Juan de Juni. Pero lo que más me atrae, en estos meses, tras el estío, son los colores de sus árboles.
          Éste es el trabajo realizado en el "Maratón de Acuarela" celebrado en Madrid, en las dependencias del Antiguo Matadero, la llamada Casa del Reloj. Allí nos concentramos para pintar un montón de aficionados y un puñado de maestros de los que tenemos mucho que aprender. 


Atardecer en Almuñecar. 210.


Atardecer en Almuñecar. 210. Hilario de las Moras. Acuarela. 27 x 37.
          
          Almuñecar, ciudad en la costa de Granada. Ya en el siglo VII a de Cristo se inicia la colonización fenicia y se manifiesta como núcleo pujante. Existen vestigios desde la remota edad del bronce. 
          De esta hermosa ciudad es esta estampa en su atardecer.  

Jardín de los Poetas. Segovia. 203.


Jardín de los poetas. 203. Hilario de las Moras. Acuarela. 52 x 38. 

          Existe un marco entrañable en Segovia, donde la palabra se hace poesía, los pasos detienen su andadura y la conversación se hace pausada, tranquila, profunda. 
          El pincel se me enciende en llamaradas y el paisaje se transforma. He ahí el Jardín de los Poetas en Segovia. 

San Juan del Mercado. 159. 


San Juan del Mercado. 159. Hilario de las Moras. Acuarela. 27 x 37. 

Otero de Sariegos. Zamora. 117. 


Otero de Sariegos (Zamora). 117. Hilario de las Moras. Acuarela. 27 x 37. 

          Otero de Sariegos.

          Cerca de las Lagunas de Villafáfila me encontré con este pequeño pueblo en estado de abandono total. Las casas semiderruídas rodean la pequeña Iglesia de San Martín de Tours. En la página de fotonazos. es dice que su iglesia se suele abrir para las fiestas de San Marcos y San Martín.

          Allí hice unas fotos que me han servido para hacer esta acuarela. Lo que más me gusta de ella es que parece que desprende el calor del estío, aprisionado en la tierra de sus paredes de adobe. 



Puerto de Amberes. 113. 


Puerto de Amberes. 113. Hilario de las Moras. Acuarela. 27 x 37. 

Molinos. 094.


Molinos. 094. Hilario de las Moras. Acuarela. 27 x 37. 


Embarcadero del Retiro. 088.


Embarcadero del Retiro. 088. Hilario de las Moras. Acuarela. 33 x 42. 

Hórreo. 067. 




Horreo. 067. Hilario de las Moras. Acuarela. 26 x 36.


Valdediós. 059.



Valdediós. 059. Hilario de las Moras. Acuarela. 21 x 28. 


          Iglesia de San Salvador de Valdediós. Junto al monasterio. Del siglo IX, de arte llamado prerrománico asturiano. Una pequeña joya. 
          A izquierda y derecha del edificio he intentado pintar los árboles con dos técnicas distintas. A la izquierda manchando sobre el fondo. A la derecha "reservando" las siluetas, es decir, añadiendo tonos más oscuros tras las copas. 


Iglesia de Santiago. 057. 



Santiago. 057. Hilario de las Moras. Acuarela. 24 x 32. 

          Iglesia de Santiago.
        Esta pequeña iglesia de Villafranca del Bierzo está situada en el llamado Camino de Santiago, a unos 180 Km andando del final del Camino.
        Es una iglesia con planta rectangular, románica de finales del siglo XII y cuya portada principal he pintado. 

        En la acuarela, la "puerta del perdón". Los peregrinos que por su edad, estado de enfermedad o próximos a su muerte, no lograrían llegar a la Catedral de Santiago y conseguir allí la "indulgencia plenaria", lo podían hacer pasando por esta puerta y comulgando arrodillados en sus gradas. De ahí su importancia durante tantos siglos. 

Buhardilla. 042. 

Buhardilla. 042. Hilario de las Moras. Acuarela. 23 x 31. 
     
      Buhardilla.
      Es ésta una acuarela sencilla en su ejecución, pero que a me resulta muy agradable por el color y textura de los árboles del fondo. La mayoría de las tejas están solamente sugeridas. 
     Tiene lo que yo llamo un tratamiento fotográfico, como si hubiéramos utilizado un teleobjetivo y por tanto nos quedara enfocada únicamente una zona, en este caso el primer plano, quedando lo demás desenfocado. Creo que la pintura actual está siendo influenciada por la fotografía en este aspecto. Posiblemente más en los pintores que tienen también ese gusanillo de la fotografía. 




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